Desde niño a los 6 años recuerdo que estaba muy contento por qué mi papá había llegado con una impresora e imprimia hojas de color, yo imprimí lo que en su momento fue mi videojuego favorito: Crash Bandicoot
Mis compañeros se sorprendieron por qué lleve imprimí las hojas y las pegue en mi mochila. Lo que a mi parecer era la primer mochila de Crash Bandicoot. Se sorprendieron tanto que me preguntaron que si les podia vender las hojas a color de Crash Bandicoot. Y entonces eso en mi se me prendio un foco.
Le comenté a mi papá lo que me pasó y empezamos a imprimir muchas hojas de color de Crash Bandicoot de diferentes personajes, y las vendiamos. Fue todo un exito en el recreo de la escuela. Jajaja, aún recuerdo la escena en mi mente con mucha alegría. No solo eso, creo que fue de los momentos en que más socialice con otros salones y con personas que no conocía.
Hasta que llego las autoridad y me comentaron que eso no lo podía hacer. Uno es niño y es obediente. Pero en mi esta la curiosidad si tan solo se hubiera tenido más visión de negocio y permiso de las autoridades.